Se trata de un pan simple en extremo que resulta muy sabroso y práctico.

La tradicional focaccia es un pan que proviene del sur de Italia. Se lo elabora con harina blanca y sal. Es muy liviano y su miga muestra unos ojos grandes. Es un pan redondo, chato y con una corteza tierna muy sabrosa. Recetas de este pan pueden hallarse fácilmente en el Internet.

No es el propósito de este sitio publicar panes blancos, muy altos en almidones y en calorías, pero bajos en poder nutritivo y fibra. Por esta razón he probado de elaborar un pan integral parecido a la focaccia pero con más sustancia.

Detalles a tener en cuenta:

.No lleva aceite ni grasa alguna a fin de que la masa tienda a hacer ojos más grandes y el pan resulte más liviano.

-La masa debe ser más blanda de lo habitual en la mayoría de los panes. Esto ayuda también a formar una miga más abierta y que se mantiene más tiempo tierna.

-Debe cocinarse con horno más caliente que los otros panes, para que tome color y se expanda más rápidamente sin formar una corteza dura y seca. Para este pan el horno eléctrico es ideal.

-Queda mejor si se lo hornea sobre una piedra de horno para pizza.

-Si el horno es de gas el pan quedará mejor sin en el momento de meterlo en el horno, se lo rocía abundantemente con agua. El agua cumplirá, en cierta medida, la función del  vapor en los hornos de atmósfera quieta.

Fórmula básica

3 1/2 tazas de agua (o lo necesario para formar una masa blanda.)

3 tazas de harina de trigo integral de molino de piedra

3 tazas de harina blanca para pan

1 cucharada de sal

1 cucharada de levadura seca instantánea.

Amasar con el gancho amasador de la batidora a una velocidad mayor de lo normal para el pan.

Dejar reposar por una tres o cuatro horas (según la temperatura ambiente) hasta que la masa se vea bien crecida, a punto de colapsar.

Amasarla un poco y formar una bola bien apretada y ponerla a descansar sobre una superficie enharinada (una tabla o la mesa.)

Precalentar el horno a 450° Farenheit o 233° Centígrados.

Cuando la bola ha crecido bien, aplastarla para desinflarla. Aplastar desde los bordes hacia adentro para que la pieza no se agrande demasiado en diámetro.

Voltear la pieza sobre un trozo de papel siliconado para horno y dejar crecer.

La pieza leudada tendrá la forma de un disco grande y chato.

Con un dedo hacerle agujeros (como pinchándolo con el dedo). Pueden hacerse unos ocho agujeros hacia la periferia todo alrededor y unos cuatro o cinco más hacia el centro.

Pintar con aceite de oliva tratando de que un poquito del aceite entre en los agujeros.

Rociar con orégano o con otra hierba de preferencia.

Abrir el horno ya precalentado, retirar un poco la rejilla con la piedra y deslizar la pieza sobre la piedra caliente valiéndose del papel siliconado. (la pieza puede haber sido colocada previamente sobre un tabla de madera terciada o contrachapada. Esto facilita mucho el deslizamiento de la pieza con su hoja de papel sobre la piedra caliente.)

Cocer durante media hora y mirar. Si la pieza ya ha tomado un color castaño dorado como el de la foto, es tiempo de retirarla del horno.

Dejar enfriar sobre una rejilla.

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