La Iglesia Virtual

Queridos hermanos en Cristo:

Quiero dirigirme hoy, en manera especial, a los creyentes aislados.

Hay una multitud ignorada de personas que aman al Señor y desean aprender más de su Palabra, que viven en lugares remotos, de difícil acceso, en los que no tienen una congregación cercana para alabar al Señor y compartir bendiciones espirituales con otros creyentes.

Desde la aparición del Internet se han venido creando “iglesias virtuales”, que no tienen un asentamiento fijo, pero que unen de manera eficaz en comunidades virtuales de amor cristiano, alabanza y ayuda mutua a muchos creyentes que no tienen iglesia.

A los tales deseo ofrecerles mis modestos servicios de pastor y maestro en el amor del Señor.

A mi edad (77) y con problemas de la vista, no puedo conducir automóviles ni tengo tampoco recursos ni fuerzas para viajar, pero puedo compartir mi experiencia cristiana de más de medio siglo y mis conocimientos de las Sagradas Escrituras a través del Internet así como en mis tiempos de ministerio activo como pastor lo hacía desde el púlpito o en casas de familia, alrededor de una mesa.

Estas reuniones virtuales pueden tomar muchas formas diferentes:

En pequeños grupos: En una casa donde se dispone de una buena conexión al Internet, de una computadora y de un par de parlantes, puede reunirse un pequeño grupo de personas frente a la pantalla para ver y oír al que predica y aún para hacerle preguntas. Este arreglo se presta muy bien para estudios bíblicos.

Por cierto, ese método de estudio es bueno también para una sola persona.

En grupos mayores: En este caso, dadas las mayores dimensiones del local y el mayor número de asistentes, sería necesario conectar la computadora a un televisor de gran tamaño (Mediante una conexión HDMI, por ejemplo), y a un micrófono portátil, para que los asistentes puedan hacer preguntas (si así se desea).

Si tienes interés en desarrollar un plan como este allá donde estás, y dispones de las facilidades mínimas necesarias, por favor, escríbeme a: pastorcarlosperrone@gmail.com

El Señor te bendiga