Islam en la Profecía Bíblica

¿Podría ser esto una señal del cumplimiento de Daniel 11:40-45?
A fines del siglo XIX y la primera parte del siglo XX los adventistas creíamos –siguiendo a Uriah Smith– que en el tiempo del fin habría una gran guerra entre oriente y occidente. Lo enseñábamos en nuestras iglesias, lo predicábamos en nuestros esfuerzos evangelizadores y lo publicábamos en nuestros libros y revistas. Recuerdo haber visto abundante material acerca de esto en la biblioteca y los archivos de la Asociación Casa Editora Sudamericana donde serví como redactor por cuatro años al comienzo de los ’70.
En ese tiempo ya se había puesto de moda otra interpretación: El rey del sur de Daniel 11:40 era la Rusia comunista. Esto se decía en los días de la Guerra Fría.
Esta idea cobró mucha fuerza al ver los graves acontecimientos del momento.
Se trató de probar la idea con la Biblia. Claro, había un problema: los capítulos 10 y 11 de Daniel NO SON simbólicos sino literales. ¿Cómo podía afirmarse que la Rusia comunista que está al NORTE es el rey del SUR? De una manera erudita y enjundiosa se halló la manera de dar vuelta el mapa, para afirmar que lo que estaba al norte, en realidad estaba al sur. En aquellos días de mi juventud yo me entusiasmé con la idea y creí ver gran luz en ella.
Pero los años pasaron y; de la misma manera como la guerra entre oriente y occidente nunca ocurrió, tampoco se cumplió la guerra devastadora con la Rusia comunista.
Hace unos pocos años, a raíz de un diálogo teológico en el círculo pastoral al que pertenezco, aquella idea retornó a mi mente y la volví a estudiar con detenimiento, sólo para comprobar que lo que antaño me parecía luz, no había sido más que una falacia teológica.
En estos días se está dando entre nosotros un nuevo interés en el estudio de esta profecía de Daniel en vista de la creciente tensión entre el mundo nominalmente “cristiano” y el Islam.
El pastor Tim Roosenberg se ha dedicado de lleno a visitar las iglesias con un seminario en el que plantea claramente la posibilidad de que el rey del sur sea el Islam.
En otros tiempos se creía que el Islam era uno más de los grupos religiosos que pasarían a integrar la Gran Babilonia. Se tenía al Islam como asunto de poca importancia. Pero en estos días, en vista de la gravedad de los hechos que son de dominio público, la opinión va cambiando.
La Hna. White nos advierte que debemos ser cautelosos al tratar de interpretar en detalle las profecías que no se han cumplido todavía. Sabemos que habrá una gran confrontación y que el rey del norte, habiendo derrotado y destuido al rey del sur se volverá contra “el campamento de los santos y la ciudad amada”. Eso solo es suficiente para que estemos alerta, sabiendo que al fin del camino seremos puestos en gran aprieto, ya sea que el rey del sur sea el Islam o algún otro poder que vendrá después.
Si miramos atrás en la historia, veremos que Carlos V no pudo, por mucho que se esforzó, aplastar la reforma luterana. Tenía en su poder las fuerzas de casi todo el imperio alemán y el imperio español, sobre cuyos dominios nunca se ponía el sol. Pero los turcos otomanos (mahometanos) lo acosaban por el este y vez tras vez debía dejar la guerra contra la reforma para correr a detener los avances de los turcos. Este hecho providencial salvó la Reforma y permitió que esta se extendiera por el mundo entero.
Sin entrar en detalle, la Sierva del Señor dice que en el último tiempo los avances de la Gran Babilonia contra el pueblo de Dios serán estorbados por fuerzas que resistirán a su poder y que esto dará ocasión a los hijos de Dios para dar al mundo entero el mensaje de Apocalipsis 18:4.
Nótese bien que NO ESTOY AFIRMANDO QUE EL ISLAM SEA EL CUMPLIMIENTO DE DANIEL 11:40-45. Sólo quiero llamar la atención a los muchos puntos de conexión que hay entre dicho poder y la profecía bíblica.
No soy experto en este tema, pero puedo sugerirles que visiten el sitio del pastor Roosenbserg en
http://www.sealingtime.com/…/islam-and-christianity-in-bibl…
(Desafortunadamente para muchos el sitio está en inglés. Hasta donde entiendo no hay una versión en español. Hace algunos años tuve un intercambio de correo electrónico con el pastor Roosenberg en el que él manifestó su deseo de traducir sus tratados al español. Me hubiera gustado mucho hacerlo, pero no tenía el tiempo. Me pregunto si, habiendo pasado los años, no se nos presentaría ahora la posibilidad de hacerlo.)